¿Cortarse las venas? Muchos lo han pensando y otros lo dicen en broma, pero hay quien se corta para sentirse mejor, para aliviar el dolor y, con eso, sentir placer; aunque el objetivo no es suicidarse, el pasar por sus muñecas algo afilado alivia cualquier tipo de mal.
El cutting se refiere a generarse el daño necesario, por lo general en la muñecas, de una forma no tan profunda, pero sí lo suficiente para hacer marcas y sentir alivio o placer momentáneo. Hacerse risuka o cutting puede convertirse en un hábito, incluso se ha convertido en una práctica "de moda" entre los adolescentes, quienes desvirtúan esa delgada línea entre el placer y el dolor, pues el cerebro empieza a "asimilar" que aquello que lo lastima es el estímulo perfecto para "aliviar su dolor".
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